¡Hola, yoguis y profes maravillosos! Si alguna vez te has visualizado guiando una clase de yoga en inglés, compartiendo tu pasión con estudiantes de todo el mundo, sabrás que es una idea emocionante, pero también puede parecer un gran desafío.
Yo misma, al principio, sentía un nudo en el estómago solo de pensar en las palabras correctas para cada asana, o cómo transmitir esa energía tan especial sin perder la autenticidad.
¡Y ni hablar de la pronunciación! Pero déjame decirte, con mi experiencia y lo que he aprendido de otros maestros increíbles, que es totalmente posible.
Expandir tu alcance y conectar con más almas a través del yoga en inglés es una realidad al alcance de tu mano, y es más gratificante de lo que imaginas.
Es cierto que el vocabulario específico y las “señales” verbales (ese famoso “cueing”) son clave, y saber cómo usarlos marca una diferencia abismal en la experiencia de tus alumnos.
Hoy, te voy a compartir esos truquitos y conocimientos que te ayudarán a brillar en cada clase. ¡Vamos a descubrir cómo enseñar yoga en inglés con total confianza y fluidez!
Descifrando el Idioma del Alma en la Esterilla: Tu Vocabulario Esencial

¡Ay, queridas almas yoguis! Lo sé, lo sé. Cuando pensamos en enseñar yoga en inglés, la primera barrera que nos salta a la mente es, sin duda, el vocabulario. Es como si el universo del yoga tuviera su propio dialecto dentro del inglés, ¿verdad? Y no es para menos. Las clases de inglés generales te preparan para pedir un café o encontrar la estación de tren, pero créeme, no te enseñarán cómo guiar a tus alumnos a través de un “Downward-Facing Dog” o cómo explicarles la importancia de “engage your core” con la precisión que necesitamos. Me pasó a mí, al principio, que intentaba traducir literalmente las indicaciones y aquello era un desastre. Mis alumnos me miraban con cara de interrogación y yo sentía que no lograba conectar.
Más allá de las Asanas: Palabras Clave que Transforman
Pero no te preocupes, ¡es totalmente superable! Lo que he aprendido con los años es que el truco no es saberlo TODO, sino dominar ese vocabulario específico que realmente hace la diferencia en una clase de yoga. Estamos hablando de las palabras que describen las posturas, sí, pero también las que guían la respiración, las que centran la atención en el cuerpo y las que invitan a la introspección. Por ejemplo, términos como “inhale”, “exhale”, “lengthen”, “soften”, “ground down”, son el pan de cada día en cualquier clase. No son solo palabras; son la base para crear una experiencia inmersiva para tus alumnos. Imagínate si no usas la palabra correcta para la parte del cuerpo o la acción; la alineación podría irse al traste y, lo que es peor, podrías generar confusión o incluso alguna pequeña incomodidad. Mi consejo es que te sumerjas en recursos específicos para profesores de yoga bilingües. Hay cursos y materiales diseñados para esto, que te ahorran el trabajo de adivinar y te dan la seguridad de que estás usando las palabras adecuadas y más inclusivas. Créeme, esa inversión de tiempo vale oro.
Construyendo Puentes Lingüísticos: Frases Comunes para Conectar
Una vez que tienes la base de las palabras individuales, el siguiente paso es tejerlas en frases que fluyan con naturalidad. No es solo decir “Warrior Two”, sino “¿Can you gracefully transition into Warrior Two, sending energy through your fingertips?” ¡Suena diferente, verdad! Es como la música de tu voz en la clase. He visto cómo muchos profesores, y yo incluida en mis inicios, caemos en la trampa de las frases demasiado complicadas o, por el contrario, excesivamente simplificadas que no transmiten la esencia de la postura. Es vital que tus instrucciones sean claras, concisas y fáciles de recordar tanto para ti como para tus estudiantes. Esto no solo mejora la comprensión, sino que también contribuye enormemente a la experiencia general de la clase y, seamos sinceros, a que tus alumnos quieran volver. La repetición de frases clave con variaciones sutiles también ayuda a la memorización y a la fluidez. He comprobado que preparar una lista de frases tipo para diferentes momentos de la clase (inicio, calentamiento, asanas de pie, de suelo, relajación) te da una seguridad increíble. Y, por favor, no tengas miedo a las pausas. El silencio bien utilizado es una herramienta poderosísima en el yoga, permitiendo a los alumnos procesar las indicaciones y sentir la postura.
Ese Pequeño Gran Detalle: Conquistando la Pronunciación sin Agobios
Sé que a muchos, la pronunciación en inglés nos da un poquito de pánico escénico. ¡Es normal! Recuerdo mis primeras clases, mi acento me sonaba tan fuerte y pensaba que mis alumnos no iban a entenderme. Incluso después de años de practicar inglés, enseñar yoga es otra liga. De repente, palabras que creías dominar se vuelven un trabalenguas cuando las dices en voz alta, intentando mantener un ritmo y una calma que la clase exige. Pero aquí viene el primer truco que a mí me cambió la perspectiva: tus alumnos no esperan que suenes como un nativo de Oxford o Nueva York. ¡Lo que esperan es que seas tú, auténtico y claro! Lo importante es que tus palabras sean inteligibles y transmitan la intención. La conexión humana, la pasión que pones en cada palabra, vale mucho más que una pronunciación perfecta de manual.
Trucos para que Tu “Downward Dog” Suene Profesional
Para mejorar la pronunciación, no hay atajos, pero sí hay “atajitos” inteligentes. Lo que me ha funcionado a mí y a muchos de mis colegas es la práctica deliberada y enfocada. Primero, grábate. Sí, así de simple y a la vez, ¡qué vergüenza da escucharse! Pero te juro que es la mejor manera de identificar esas palabras que se te resisten. Luego, busca recursos en línea de profesores de yoga nativos en inglés y escúchalos. No solo escuches sus palabras, presta atención a la entonación, al ritmo, a cómo unen las frases. ¡Es como aprender una canción! Repite en voz alta, imitando su forma de hablar. Al principio, te sentirás un poco ridícula, pero te prometo que con cada repetición, tu boca y tu lengua se irán acostumbrando a los nuevos sonidos. Un consejo que me dio una profesora americana fue exagerar la pronunciación al practicar, así luego, en clase, suena más natural. Además, el inglés y el sánscrito tienen sonidos que no existen en español. Por ejemplo, muchas veces la ‘th’ o algunas ‘r’ son un desafío. Pero con paciencia, exposición constante y repetición, vas a notarlo. Escucha audios de cómo se pronuncian las asanas en sánscrito, ya que muchas veces nos llegan a través de traducciones al inglés que alteran la pronunciación original. Prestar atención a estos detalles demuestra tu profesionalidad y respeto por la tradición.
Rompiendo Barreras: Escucha, Repite y Mejora Cada Día
Más allá de las asanas, hay frases de uso diario en una clase que necesitan sonar naturales. “Inhale, lift your arms up”, “Exhale, fold forward”. Parece sencillo, ¿verdad? Pero la fluidez llega con la práctica constante. No te limites a las clases, escucha podcasts de yoga en inglés, mira videos, incluso consume series o películas en inglés con subtítulos en inglés para entrenar tu oído a reconocer esos patrones de habla. La inmersión es clave. Y no te olvides de esos momentos antes o después de clase, cuando charlas informalmente con tus alumnos. Es una oportunidad de oro para practicar un inglés más conversacional y ver cómo reaccionan a tu pronunciación en un contexto más relajado. A menudo, cuando estoy de viaje, busco clases de yoga en inglés solo para escuchar a otros profesores, tomar nota de sus “cues” y ver cómo manejan la clase. Siempre aprendo algo nuevo. Verás cómo, poco a poco, esa “vergüenza” se transforma en confianza y tu voz se convierte en una herramienta aún más poderosa para guiar a tus yoguis.
El Arte de Guiar con Palabras: “Cueing” que Mueve Cuerpos y Espíritus
Si hay algo que realmente diferencia una clase de yoga “ok” de una clase ¡WOW!, es el arte del “cueing”. Esta palabra, que significa “dar indicaciones verbales”, es fundamental. No es solo decir “levanta la pierna”, es guiar a tus alumnos para que sientan la postura desde adentro, con intención y conciencia. Al principio, confieso que me costaba mucho. Me sentía como un robot leyendo instrucciones. Pero con el tiempo, y mucha observación de otros maestros, descubrí que hay una magia en el “cueing” que te permite conectar no solo con el cuerpo físico, sino también con la mente y el espíritu de tus alumnos. Es una de las habilidades más difíciles de dominar, pero también una de las más gratificantes, porque puedes ver cómo tus palabras se transforman en movimiento y en una comprensión más profunda de la práctica.
De la Precisión a la Sensación: Cómo Dar Indicaciones Claras y Profundas
Un buen “cue” en inglés debe ser preciso, conciso y evocador. Piensa en la secuencia clásica: acción, parte del cuerpo, dirección. Por ejemplo, en lugar de solo “brazos arriba”, puedes decir “Inhale, reach your arms towards the sky, lengthening through your fingertips”. Aquí estás dando una acción (reach), una parte del cuerpo (arms, fingertips) y una dirección (towards the sky, lengthening). Esto le da al alumno una guía clara de lo que esperas. Pero aquí está el toque mágico: ve más allá de lo puramente físico. Añade indicaciones que inviten a la sensación. Por ejemplo, “Feel the stretch along your side body” o “Notice the grounding sensation through your feet”. Esto eleva la práctica de un simple ejercicio a una experiencia consciente. Yo, al preparar mis clases, siempre me pregunto: “¿Qué quiero que mis alumnos SIENTAN en esta postura?”. Y a partir de ahí, construyo mis “cues”. También he notado que es vital evitar el “lenguaje de relleno” o las palabras que no aportan nada, como “y luego”, “entonces”, “next”. Sonar directo y al punto hace que tus indicaciones sean mucho más impactantes y claras.
El Ritmo y la Pausa: Manejando el Silencio y la Voz
El “cueing” no es solo lo que dices, sino cómo lo dices y cuándo te callas. El ritmo de tu voz, la entonación y las pausas son tan importantes como las palabras mismas. Piensa en tu clase como una coreografía verbal y física. Las indicaciones de inhalación suelen ser para acciones que expanden o alargan, como “Inhale, lift and lengthen”. Las de exhalación, para contracciones o liberaciones, como “Exhale, soften and release”. Sincronizar el aliento con el movimiento a través de tus “cues” es esencial en estilos como el Vinyasa. Pero no te olvides del poder del silencio. Una pausa bien colocada después de una instrucción importante le da tiempo a tus alumnos para procesarla, ejecutarla y sentirla en su propio cuerpo. A veces, la tentación es llenar cada segundo con palabras, pero he aprendido que dar espacio para el silencio es una de las mayores muestras de confianza en tus alumnos y en tu propia guía. Así que, juega con tu voz, varía el tono, la velocidad, y, sobre todo, no tengas miedo a los momentos de calma donde solo resuene la respiración de tus alumnos. Es en esos espacios donde la magia del yoga realmente sucede.
| Término en Inglés | Significado/Guía en Español | Ejemplo de “Cue” |
|---|---|---|
| Inhale / Exhale | Inhalar / Exhalar | “Inhale, lengthen your spine; exhale, release deeper into the pose.” |
| Engage your core | Activa tu centro / abdominales | “Draw your navel towards your spine, engage your core.” |
| Ground down | Enraíza / Apoya firmemente | “Ground down through your feet, feeling stable.” |
| Lengthen through the crown of your head | Alarga la coronilla | “Imagine a string pulling you up, lengthening through the crown of your head.” |
| Reach for the sky | Alcanza el cielo | “Fingers reaching for the sky, extending your arms.” |
| Soften your gaze | Suaviza tu mirada | “Let your eyes relax, soften your gaze.” |
Conectando con Tus Alumnos: Empatía y Cultura en el Aula Global
¡Ah, la conexión! Es lo que realmente nutre nuestra alma como profesores de yoga, ¿verdad? No se trata solo de las posturas o el idioma, sino de esa chispa que se enciende cuando sientes que realmente estás llegando a tus alumnos. Y cuando enseñamos en inglés, a menudo nos encontramos con personas de todas partes del mundo, con diferentes culturas, experiencias y, por supuesto, niveles de inglés. Esto es un regalo, pero también presenta un hermoso desafío: ¿cómo crear un espacio donde todos se sientan vistos, escuchados y seguros, independientemente de su origen o fluidez verbal? Mis primeros años me enseñaron que la empatía y la conciencia cultural son tan importantes como el vocabulario técnico.
Entendiendo la Diversidad: Ajustes Culturales y Respeto
Cuando tienes una clase con alumnos de diferentes países, te das cuenta rápidamente de que lo que funciona en una cultura, no siempre lo hace en otra. He tenido alumnos que se sienten incómodos con ciertas correcciones físicas si no se hace con una sensibilidad extra, o que tienen expectativas muy diferentes de lo que es una clase de yoga. Por eso, he aprendido a observar mucho, a escuchar con atención las preguntas (explícitas e implícitas) y a ser flexible en mi enfoque. Por ejemplo, al dar opciones para modificar las posturas, en lugar de decir “if you need to modify” (que puede sonar a que hay algo mal), prefiero frases como “if your body is asking for less, you might try this variation” o “for more sensation, feel free to explore this option”. Esto da permiso y fomenta la autonomía del alumno, sin juicios. También es importante ser consciente del lenguaje inclusivo, evitando pronombres de género si no sabes cómo se identifican tus alumnos. Al final, lo que buscamos es que todos se sientan respetados y bienvenidos en nuestra esterilla, sea cual sea su origen o su nivel de inglés.
Tu Energía Habla: Conectando sin Necesidad de Palabras Perfectas
A veces nos obsesionamos con las palabras perfectas, la gramática impecable o la pronunciación de nativo, y olvidamos que el yoga es, en esencia, un lenguaje universal. Tu presencia, tu energía, la calma de tu voz, tu sonrisa, el brillo en tus ojos… todo eso comunica mucho más que cualquier frase perfectamente construida. He tenido clases donde el inglés no era mi fuerte, o el de mis alumnos, pero la energía del espacio y la intención que puse en cada guía trascendieron cualquier barrera lingüística. Mis alumnos me han dicho que, aunque no entendieran cada palabra, sentían la “vibra” y se sentían guiados por mi presencia. Así que sí, estudia, mejora tu inglés, pero nunca olvides que eres un canal para una sabiduría mucho más profunda. Permite que tu autenticidad brille. Esa es la verdadera conexión que trasciende idiomas. A veces, un simple gesto, una mirada de ánimo o una demostración clara de la postura puede valer más que mil palabras. ¡Confía en el poder de tu propia energía yogui!
Tu Caja de Herramientas Secreta: Recursos para Brillar como Profe Bilingüe

¡Aquí viene mi parte favorita! Porque, seamos sinceros, nadie nace sabiendo enseñar yoga en inglés con fluidez. Es un camino, y en ese camino, tener las herramientas adecuadas hace toda la diferencia. Al principio, yo me sentía un poco perdida, buscando tutoriales por aquí y por allá, intentando descifrar el “yoga lingo” por mi cuenta. Pero con el tiempo, he ido recolectando una verdadera caja de herramientas que me han ayudado no solo a mejorar mi inglés yóguico, sino a sentirme súper segura en cada clase. Así que, ¡prepara tu bloc de notas porque te voy a dar mis mejores secretos!
Apps, Podcasts y Amigos: Un Universo de Apoyo a Tu Alcance
En la era digital, no hay excusas para no tener acceso a recursos increíbles. Para el vocabulario y las frases, te recomiendo encarecidamente buscar “yoga vocabulary in English” o “yoga cueing phrases” en Google o YouTube. Hay muchos canales de profesores que ofrecen listas y ejemplos prácticos. Mi truco personal: escucha podcasts de yoga en inglés mientras haces tus tareas del día a día. Así te acostumbras a la entonación y al ritmo. También existen aplicaciones de idiomas que, aunque no son específicas de yoga, te ayudan a pulir tu gramática y expandir tu vocabulario general, lo cual es fundamental. Y no subestimes el poder de la comunidad. Busca grupos de Facebook o foros de profesores de yoga bilingües. ¡Te sorprendería cuántos estamos en el mismo barco! Allí puedes hacer preguntas, compartir tus inquietudes y recibir apoyo de colegas que ya han pasado por lo mismo. Yo misma he hecho amistades maravillosas en estos grupos, y nos hemos ayudado mutuamente a practicar nuestras indicaciones en inglés. Recuerdo cuando una amiga me grababa dando indicaciones y luego me daba feedback constructivo; ¡fue invaluable!
Inmersión Activa: Vive el Inglés para Enseñarlo Mejor
La mejor manera de mejorar es vivir el idioma. Si tienes la oportunidad, toma clases de yoga en inglés, ya sea online o presencial. No solo para practicar las asanas, sino para escuchar cómo otros instructores nativos usan las palabras, las metáforas, las pausas. Fíjate en cómo dan las transiciones, cómo te guían para sentir la alineación. Yo, cuando viajo, siempre busco estudios locales y me apunto a una clase. Es una experiencia de inmersión total que te nutre como alumno y como profesor. Si un viaje no es posible, puedes encontrar innumerables clases en línea. Y algo que parece obvio, pero a veces olvidamos: ¡practica en voz alta! Ponte frente al espejo, o grábate con tu teléfono mientras guías una secuencia imaginaria. Escúchate, identifica qué suena natural y qué no. Al principio, sentirás un poco de vergüenza, lo sé, pero es la forma más rápida de ganar confianza y fluidez. Recuerda que, como dice el dicho, “la práctica hace al maestro”. No busques la perfección, busca la mejora constante y la autenticidad en tu voz. Y lo más importante, ¡diviértete en el proceso! Aprender un nuevo idioma es una aventura, y si lo haces con la mente abierta y el corazón de un yogui, el viaje será increíblemente gratificante.
Abriendo Nuevas Puertas: Cómo Tu Inglés Impulsa Tu Carrera Yóguica
¡Aquí es donde las cosas se ponen realmente emocionantes! Si te sientes un poco “estancada” o “estancado” en tu carrera como profesora de yoga, o si sueñas con expandir tus horizontes más allá de tu comunidad local, déjame decirte que el inglés es la llave maestra para abrir un universo de oportunidades. Lo he vivido en carne propia y he visto a muchísimos colegas transformar su camino profesional gracias a este idioma. No se trata solo de enseñar a más personas, ¡es de conectar con una comunidad global de una manera que antes era impensable! La demanda de profesores de yoga que puedan comunicarse en inglés es altísima, y esto significa un potencial de crecimiento brutal para ti.
Clases Online, Retiros Internacionales: El Mundo Te Espera
El primer gran salto está en el mundo online. Plataformas de clases de yoga en vivo, contenidos bajo demanda, talleres… ¡el internet no tiene fronteras! Una vez que te sientes cómoda enseñando en inglés, tu audiencia potencial se multiplica exponencialmente. Piensa en llegar a alumnos en Europa, Estados Unidos, Asia… ¡en cualquier lugar donde haya alguien buscando yoga en inglés! He tenido la fortuna de guiar clases para personas de distintos continentes desde la comodidad de mi casa, y la riqueza de esa experiencia es indescriptible. Pero no solo eso, el inglés te abre las puertas a retiros internacionales. Imagina guiar un retiro en Bali, Costa Rica o incluso en algún rincón hermoso de tu propio país, pero para un público angloparlante. Las colaboraciones con estudios de yoga en el extranjero también se vuelven una realidad. De repente, tu CV como profesora de yoga bilingüe se vuelve muchísimo más atractivo y tus posibilidades de viajar, enseñar y vivir experiencias transformadoras se disparan. No te conformes con menos; ¡el mundo del yoga te espera con los brazos abiertos!
Creando Contenido Atractivo: Tu Voz en un Mar de Oportunidades
Pero no solo hablamos de clases en vivo. Piensa en el poder del contenido. Blogs, vlogs, posts en redes sociales, mini-cursos online… Si puedes crear contenido valioso en inglés, te posicionas como una autoridad en tu campo para una audiencia mucho más amplia. El marketing de contenidos es clave para cualquier profesor de yoga hoy en día. Comparte tus reflexiones, tus secuencias favoritas, tus consejos para una práctica consciente, y hazlo en inglés. Esto no solo atraerá a más alumnos a tus clases, sino que también puede generar nuevas fuentes de ingresos, como la venta de programas digitales o ebooks. Yo he visto cómo mis posts en inglés sobre temas de yoga han atraído a miles de personas a mi blog, muchas de las cuales luego se han convertido en alumnos fieles. Es una forma increíble de construir tu marca personal, demostrar tu experiencia (EEAT, ¿recuerdas?) y conectar con una comunidad global que valora lo que tienes para ofrecer. No tengas miedo a lanzarte; tu voz es única y el mundo está listo para escucharla en inglés.
Mi Propio Camino: Superando el “No Puedo” y Abrazando el “Sí, Puedo”
Si has llegado hasta aquí, es probable que te resuene algo de lo que he compartido. Y es que, detrás de cada profesor de yoga bilingüe que ves guiando una clase con aparente facilidad, hay una historia de desafíos, miedos y, sobre todo, mucha determinación. Mi propio camino no fue distinto. Al principio, la idea de enseñar en inglés me parecía una montaña insuperable, una quimera para unos pocos elegidos. Me sentía una impostora, dudaba de mis habilidades, de mi pronunciación, de si mis indicaciones serían lo suficientemente buenas. Me comparaba con otros, y la voz en mi cabeza me decía: “Tú no puedes”. Pero decidí que esa voz no iba a ganar.
De los Nervios a la Confianza: Mi Propia Experiencia en la Esterilla
Recuerdo mi primera clase de yoga en inglés para un grupo de extranjeros en un retiro en Costa Rica. Tenía un nudo en el estómago que me impedía respirar con normalidad. Sudaban mis manos, mis rodillas flaqueaban… ¡era un manojo de nervios! Pero, ¿sabes qué? Respiré. Me conecté con el propósito de mi enseñanza: compartir el yoga. Y empecé, con mi acento español, con algunas pausas para recordar la palabra correcta, pero con el corazón abierto y la intención clara. Al final de la clase, mis alumnos me agradecieron con sonrisas y una energía tan bonita que me hizo darme cuenta de algo fundamental: la autenticidad y la pasión son más poderosas que la perfección. Es cierto que no todo salió perfecto; seguro que hubo alguna frase rara o alguna pronunciación que no fue la ideal. Pero lo más importante fue que conecté con ellos. Esa experiencia me dio la valentía para seguir, para aprender de mis “errores” (que en realidad eran oportunidades de crecimiento) y para poco a poco, transformar esos nervios iniciales en una confianza sólida que hoy me permite disfrutar plenamente de cada clase que guío en inglés. Si yo pude, ¡tú también puedes!
El Secreto de la Fluidez: Practicar, Fallar y Volver a Intentarlo
El verdadero secreto para alcanzar la fluidez y la confianza en la enseñanza del yoga en inglés no es la magia, sino la persistencia. Es un ciclo constante de aprender, practicar, equivocarse y volver a intentar con una actitud de curiosidad y sin juicio. Habrá días en que te sentirás súper fluida, y otros en que las palabras no te saldrán como quieres. ¡Y está bien! Lo importante es no rendirse. Busca a esos alumnos que te dan un extra de paciencia y gratitud, y aprende de cada interacción. Utiliza cada clase como una oportunidad para refinar tu “cueing”, para probar nuevas frases, para ajustar tu ritmo. Mira tutoriales, toma clases, lee libros de yoga en inglés, y sobre todo, habla, habla, habla. No esperes a sentirte “perfecta” para empezar. Empieza ahora, con lo que tienes. La experiencia es la mejor maestra. Recuerda, la práctica de yoga es un viaje, no un destino, y lo mismo ocurre con la enseñanza bilingüe. Cada paso, cada intento, te acerca más a ese sueño de conectar con más almas en la esterilla, sin importar el idioma. ¡Vamos, yogui, el mundo te espera!
글을 마치며
Amigas yoguis, llegar hasta este punto del camino y haber compartido con vosotras mis experiencias, miedos y triunfos al enseñar yoga en inglés, es un recordatorio de que somos mucho más capaces de lo que a veces creemos. No os mintáis a vosotras mismas pensando que la barrera del idioma es infranqueable; es, en realidad, una puerta esperando a ser abierta. Cada palabra, cada gesto, cada “cue” que ofrezcáis con el corazón, construirá un puente hacia más almas, conectando la sabiduría ancestral del yoga con una audiencia global. Este viaje es continuo, lleno de aprendizaje y gratificaciones inmensas. Así que respirad hondo, confiad en vuestra voz y lanzaros a esta hermosa aventura. El mundo, vuestros futuros alumnos, os esperan con los brazos abiertos en la esterilla.
알아두면 쓸모 있는 정보
1. Enfócate en el vocabulario esencial: No intentes aprenderlo todo de golpe. Concéntrate en las palabras y frases clave que usarás en cada postura y transición. Hay muchísimos recursos online específicos para “yoga vocabulary”.
2. Practica tu pronunciación sin miedo: Grábate, escucha a profesores nativos y repite. La clave no es la perfección, sino la claridad y la confianza. Tus alumnos valorarán tu esfuerzo y autenticidad mucho más que un acento impecable.
3. Domina el arte del “cueing”: Aprende a dar indicaciones claras, concisas y evocadoras. Usa verbos de acción, nombra las partes del cuerpo y sugiere sensaciones. Esto guiará a tus alumnos de forma efectiva y les ayudará a profundizar en la práctica.
4. Conecta con empatía y sensibilidad cultural: Recuerda que tendrás alumnos de diversas culturas y niveles de inglés. Sé flexible, usa un lenguaje inclusivo y céntrate en crear un espacio seguro y respetuoso para todos.
5. Utiliza todos los recursos a tu alcance: Desde podcasts y aplicaciones de idiomas hasta grupos de apoyo para profesores bilingües. La inmersión activa, tomando clases de yoga en inglés, es una de las mejores formas de aprender y mejorar.
중요 사항 정리
Enseñar yoga en inglés es un viaje transformador que expande tus horizontes profesionales y personales. No se trata solo de dominar un idioma, sino de desarrollar la confianza, la empatía y la resiliencia para conectar con una audiencia global. La clave está en la práctica constante, la curiosidad y la voluntad de aprender de cada experiencia, transformando los miedos iniciales en una poderosa herramienta para compartir la luz del yoga con más personas. Recuerda que tu autenticidad y pasión son tus mayores fortalezas.
Preguntas Frecuentes (FAQ) 📖
P: or ejemplo, en lugar de solo “perro boca abajo”, aprende “downward-facing dog” y las instrucciones clave como “press through your palms”, “lift your sit bones high”, o “draw your heels towards the mat”. Un truco que a mí me funcionó de maravilla fue escuchar a profesores nativos de inglés. Busca clases en YouTube o plataformas de yoga online y presta atención a cómo usan el lenguaje. ¡Incluso practicaba repitiendo las frases en voz alta! Otra cosa súper útil es crear tus propias “tarjetas de estudio” con los términos. En un lado pones la postura en español y en el otro, el nombre en inglés y 2-3 “cues” clave. ¡Y ojo! No te obsesiones con ser perfecta. Es mejor ser clara y concisa que intentar usar un lenguaje demasiado elaborado y trabarte. La fluidez viene con la práctica, como con cualquier asana. Mis alumnos siempre me han agradecido la claridad, incluso si mi acento no es el de una nativa. La clave es que entiendan y se sientan seguros en tu clase.Q2: Me da mucho miedo cometer errores al hablar inglés y me preocupa mi pronunciación. ¿Cómo puedo ganar confianza?
A2: ¡Uf, la confianza! Es un tema que nos toca a todos, ¿verdad? Y más cuando se trata de hablar en un idioma que no es el nuestro. Te confieso que al principio, mi mente se ponía en blanco y mi corazón se aceleraba solo de pensar en decir una frase completa sin errores. Lo primero que tienes que entender es que el miedo a equivocarse es totalmente normal, ¡nos pasa a todos! Pero aquí va mi secreto: la gente que viene a tu clase de yoga busca tu energía, tu conocimiento del yoga, no que seas una profesora de inglés perfecta. Lo que realmente ayuda muchísimo es la exposición. Habla inglés lo más que puedas. Puedes empezar contigo misma, describiendo tu práctica personal en voz alta en inglés. Grábate. Sí, sé que suena raro, pero escucharte te ayudará a identificar dónde puedes mejorar la pronunciación y a sentirte más cómoda con tu propia voz. También, busca un “tándem” de idiomas, alguien que quiera practicar español y tú inglés. Hay muchísimas apps para eso. Y sobre el acento, ¡déjame decirte que es parte de tu encanto! No tienes que sonar como si hubieras nacido en Londres o Nueva York. Un acento añade autenticidad. Lo importante es que te entiendan, y la práctica constante, aunque sean 10 minutos al día, te dará una fluidez que ni te imaginas. ¡Y créeme, esa confianza se contagia a tus alumnos!Q3: ¿Cuál es la mejor manera de practicar y sentirme preparada antes de dar mi primera clase de yoga en inglés?
A3: ¡Esta es la parte divertida y crucial! Prepararse bien es la mitad de la batalla ganada, te lo aseguro. Después de mis primeras clases en inglés, me di cuenta de la importancia de la preparación, no solo mental sino muy práctica. Mi consejo número uno es que planifiques tu secuencia de yoga por escrito, pero esta vez, ¡todo en inglés! Escribe los nombres de las posturas, los “cues” principales, las transiciones… absolutamente todo. Luego, ensaya esa clase en voz alta, ¡muchas veces! Imagina que tienes alumnos frente a ti. Incluso puedes grabarte dando la clase completa y luego escucharla, como te comenté antes. Esto te ayudará a identificar puntos donde te trabas o donde necesitas más vocabulario. Otro truco muy efectivo es pedir a un amigo o colega (preferiblemente que hable inglés, aunque no sea su idioma nativo) que sea tu “alumno” y te dé feedback.
R: ecibir críticas constructivas es oro puro. Y no subestimes el poder de tomar tú misma clases de yoga en inglés. Observa cómo los otros profesores guían, qué palabras usan, cómo gestionan el ritmo.
Lo que te puedo asegurar es que cada vez que practiques, te sentirás un poquito más fuerte, más segura. Y recuerda que la primera clase siempre es para aprender y mejorar.
¡Así que a lanzarse con ganas! La experiencia es tu mejor maestra.






